De repente alguien dice: «yo soy un amante de los animales. Me gustan los pájaros: voy a meter uno en una jaula.» Luego, al verlo, se siente culpable y dice: «Pues… voy a ponerle un columpio.» ¿Un columpio a un canario? ¡Pero ¿no ves que no tiene brazos?! Es como si le pones una guitarra y le dices: «¡Hala! Además de cantar, toca.»
Pd.1 ¿Cada cuánto hay que echar a lavar un pijama?
Un monólogo muuuy bueno, y por lo que parece sus libros también tienen buena pinta.
Vía
25 de marzo de 2007
_el rey de las cosas pequeñas
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